Estudiantes de la FAE promueven la agricultura de la isla
Por Ana B. Umpierre Rivera
Ante la necesidad por parte de los agroempresarios locales de un plan eficiente de mercadeo para sus productos, surgió la iniciativa de crear un curso para que estudiantes de la Facultad de Administración de Empresas (FAE) de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPRRP), fungieran como consultores de mercadeo e investigación.
Tras una reunión con el Departamento de Agricultura de Puerto Rico se decidió implementar el curso MERC 6705-Investigación de Mercado- a cargo de la doctora Myra Pérez Rivera.
La profesora indicó que el proyecto consistió en que los estudiantes “actuaran como consultores de mercadeo y consultores de investigación. Escuchamos cuáles eran las inquietudes de cada uno de ellos [los agroempresarios]e hicimos un plan de acción de acuerdo a las necesidades que nosotros identificamos”.
A cada uno de los empresarios se les presentó una serie de propuestas en las que se examinaban la viabilidad del producto y su comercialización. El plan de mercadeo contemplaba darle una marca, un precio, una promoción y un plan de distribución a cada uno de los productos.
En este proyecto participaron 15 estudiantes a nivel subgraduado y seis a nivel de maestría. Se dividieron en 5 grupos, en los que cada uno estaba asignado a una empresa agrícola. Los productos que se mercadearon fueron: arroz integral, guarapo de caña, viandas peladas y envasadas al vacío, el pez basa y el cáñamo (producto derivado de la planta del cannabis que no contiene la fórmula del THC).
Pérez sostuvo que este proyecto fue beneficioso para los estudiantes, ya que pudieron observar que “lo que ellos aprendieron tiene una posibilidad de generarles ingresos en el futuro. Yo les enseñé a ellos técnicas que no son utilizadas comúnmente por muchas empresas locales, [que]pueden ser únicas y diferenciadoras para ellos formar su propio negocio”.
De igual forma, recalcó que esta iniciativa favoreció a los agricultores en la medida en que recibieron consultoría en mercadeo de forma gratuita con todas las herramientas. Algo, que quizás al contratar una empresa privada hubiese tenido un costo mayor. La profesora, quien también tiene una firma privada, reconoció que en el mundo laboral el costo de los cinco proyectos hubiese sido aproximadamente un cuarto de millón de dólares.
Por esta razón, hizo hincapié en que este esfuerzo “se tiene que seguir fomentando”. Agregó que “quizás no podamos colaborar con la rapidez que se hace contratando una firma norteamericana o una firma privada, pero la universidad tiene todas las posibilidades de servir de ayuda para el desarrollo económico de este país”.
La también académica en ética empresarial criticó la falta de producción agrícola local y el hecho de que la mayoría de nuestros alimentos sean importados. “Nosotros nos tenemos que sostener, tenemos que buscar la manera que nuestra tierra nos de lo necesario para alimentarnos”, recriminó.